Cuando Sony presentó el FE 12-24mm F2.8 GM, prometió ofrecer un objetivo que podría cambiar el panorama de la fotografía ultra gran angular y, según los últimos comentarios de fotógrafos profesionales y expertos en tecnología, parece que ha dado en el clavo.

En primer lugar, hay que destacar la excelente calidad de construcción y el sellado contra la intemperie del objetivo, una gran ayuda para los fotógrafos que se enfrentan a los elementos para capturar paisajes impresionantes. Pero quizá su característica más destacada sea el amplísimo rango de zoom combinado con una apertura constante de F2,8, que permite unos ajustes de exposición uniformes en todo el rango de zoom.

Con cuatro motores lineales XD, el sistema de autoenfoque se describe como rápido, silencioso y preciso, una característica fundamental para fotografiar sujetos en rápido movimiento o cambiar de enfoque sin problemas en vídeo. El objetivo también ofrece un buen rendimiento en primeros planos para un ultra gran angular, lo que supone una flexibilidad añadida para las composiciones creativas.

Sin embargo, ningún producto está exento de inconvenientes. En varias evaluaciones se ha observado que, aunque el objetivo no se anuncia como pequeño o ligero, es más pesado y voluminoso de lo que cabría esperar. Esto, unido a su elevado precio de unos 3.000 dólares, lo sitúa en una categoría en la que las expectativas son legítimamente altas.

Las limitaciones prácticas, como el parasol fijo, obligan a los usuarios a buscar soluciones alternativas para los filtros, ya que los tradicionales de rosca no son compatibles. Un botón personalizable para mantener el enfoque añade cierta flexibilidad de control, pero no compensa la falta de estabilización de imagen SteadyShot óptico integrado, que podría ser fundamental para disparar cámara en mano. Además, los críticos señalaron algunas peculiaridades ópticas menores, como la caída de luz en las esquinas a máxima apertura y la distorsión de barril a 12 mm.

El rendimiento de este objetivo en sensores de alta resolución es notable, por lo que es un contendiente superior para el paisaje serio, la arquitectura, y los fotógrafos de interiores donde la nitidez de borde a borde y la resolución son de suma importancia. La capacidad del objetivo para resistir los destellos y las imágenes fantasma, junto con la facilidad de manejo de los anillos de zoom y enfoque, hacen que la experiencia del usuario sea agradable, aunque suponga una carga un poco más pesada y una mayor inversión para obtener una calidad superior.

En definitiva, el Sony FE 12-24mm F2.8 GM es una opción formidable en el mundo de los objetivos zoom ultra gran angular. Se trata de una inversión considerable, pero justificada por su construcción de calidad profesional, su rendimiento óptico superior y la amplitud de sus funciones, que sin duda atraerá a fotógrafos profesionales y aficionados ávidos de las mejores herramientas para su oficio.

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  Mitsy Alejandra García Ramírez

• 01.08.2024
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