La serie Roland Fantom ha sido un rumor en la comunidad musical, promocionado por su construcción robusta y una gran cantidad de características que atienden a las necesidades de los músicos de hoy. Con su resistente construcción metálica, el Fantom está diseñado para la vida en la carretera, sobreviviendo al rigor de las giras con una resistencia impresionante. El sintetizador de la estación de trabajo no sólo presume de durabilidad, sino que viene con una pantalla táctil en color de siete pulgadas, que ofrece una navegación intuitiva a través de sus funciones, lo que supone un importante atractivo tanto para los intérpretes como para los productores.

Uno de los atributos más alabados del Fantom es su teclado de alta calidad con aftertouch, que proporciona a los músicos no sólo una experiencia táctil, sino también una mayor expresión en sus interpretaciones. Además, se ha mejorado la integración con los DAW más populares, lo que permite a los usuarios controlar y visualizar los parámetros de los plug-ins directamente desde la pantalla táctil de la estación de trabajo.

Entre su biblioteca de ondas y tonos, el Fantom revive con orgullo el V-Piano con una calidad de sonido aún mejor, y las opciones de personalización del sonido del piano son amplias. Las posibilidades de interpretación se ajustan con la función Scene Chain, que resulta especialmente útil durante las actuaciones en directo. También incorpora elementos innovadores, como los pads RGB y el pad de movimiento, junto con una arquitectura abierta y sin modos que proporciona un acceso rápido a los sonidos y los controles.

El compromiso de Roland con la mejora es evidente en sus actualizaciones, que abordan problemas anteriores, transformando el Fantom en una joya potencial de la corona para cualquier entusiasta de los teclados. Su tecnología ZEN-Core permite cargar y compartir gran cantidad de sonidos, e incluso es ampliable a través del servicio Roland Cloud, ofreciendo una biblioteca cada vez mayor al alcance del músico.

A pesar de sus puntos fuertes, los usuarios han señalado aspectos que podrían afinarse. La posición y funcionalidad del botón de transposición puede resultar desconcertante, y el enrutamiento de su filtro analógico quizá no sea el más intuitivo. Algunos usuarios echaron de menos la presencia de un editor de software y la función de controlador D-beam. Además, los que buscan portabilidad pueden encontrar el teclado un poco pesado, y el tiempo de arranque puede poner a prueba la paciencia.

Aunque es evidente que el Fantom no está exento de defectos, como los problemas ocasionales con el estado físico de algunas unidades y lo que se ha descrito como un soporte mediocre por parte del fabricante, el consenso entre los usuarios es que se trata de un cambio radical en el mundo de los teclados. Se ha dicho que tiene un factor sorpresa impresionante, una gran calidad de sonido y una lista de funciones que hacen que merezca la pena la inversión.

En conclusión, el sintetizador y estación de trabajo Roland Fantom es una bestia versátil que se presenta como un poderoso aliado tanto para intérpretes en directo como para músicos de estudio. Sus impresionantes sonidos de piano eléctrico, su construcción de alta calidad y su plataforma repleta de funciones lo convierten en una opción encomiable en el mercado de los teclados premium. Aunque algunos pueden encontrar una curva de aprendizaje con su tecnología o nomenclatura, el Roland Fantom es a menudo apodado "un ganador " por muchos de sus críticos.

• 

  Mitsy Alejandra García Ramírez

• 01.16.2024
• 0